No sé si salir a respirar un poco de invierno
o mejor quedarme resguardada en tu mirada
y seguir sintiendo cómo se acurruca este viento
húmedo de enero, de azules varios, bajo la manta […]
MjSierra #VuelosPlumaAlAiredeTi
No sé si salir a respirar un poco de invierno
o mejor quedarme resguardada en tu mirada
y seguir sintiendo cómo se acurruca este viento
húmedo de enero, de azules varios, bajo la manta […]
MjSierra #VuelosPlumaAlAiredeTi
Una estrella
calló del cielo
y en la orilla encalló…
Vino para decirnos
que la luna estaba triste
porque el viento la empujó
a un lugar oscuro y sombrío,
donde nadie le canta,
donde nadie la ama,
donde nadie la ve.
!Corred!,
gritaba afligida la estrella,
!Corred!
Mi luna blanca se muere,
mi luna de plata
ya no quiere ser luna
porque el amor de su vida
se fue.
Xose y Mj Sierra @Vuelos pluma al aire de ti
La imagen de aquí
La imagen y la palabra en los versos que componen mi poemario Al Sur de las Palabras, han ido siempre de la mano, muy unidas, cercanas. La sensibilidad y exquisitez en la fotografía de Xose de la Paz ha sido, es y será, fuente inagotable de inspiración para mis letras. He aquí mi humilde homenaje a nuestra ya vieja amistad.
Gracias
Estoy en el marco de una esfera
que se interpone entre la luz y la sombra,
generando en su vuelo una estela
fugaz que añora el viento, la tierra.
Hoy me siento con la inseguridad
de un adolescente necesitado
de respuestas instantáneas,
a la voz de ya, con urgencias vitales
Oigo sabores, saboreo vientosUnirlos…!ojalá pudiera!
La razón indignada, la pasión desatada
locura sin freno, donde nada importa
…la echo de menos…
.
El viento amaina, el capitán se aparta
ha de seguir sustentando el timón
con los albores recién nacidos,
o correrán el peligro de caer al vacío,
…en el olvido
Una brisa marinera envidiosa
roza el juego de la mar con la barca
Apenas el sol despunta más allá del horizonte
La luna se esconde.
En cubierta todos los rayos templan
el aire que despliega las velas.
Dejo mecer mis sentidos
Sal y arena cubren de silencios mi espacio
…Ya no avisto tierra.
.
La sal en los labios despierta
el gusto aletargado en la noche
Una gaviota parlotea dejando
ecos lejanos tejidos en lo profundo
del alma, … aún inquieta
Sus lamentos se entremezclan
con la brisa, las olas, la espuma
Mis voces internas no cesan en su empeño
de hacerme despertar de este sueño,
de este sueño, …de este sueño…
.
El embrujo de las olas
tiende una escalinata pasajera
que se balancea hacia un futuro imperfecto
de costas verdes y acantilados rocosos
Vuelve el viento a soplar a barlovento,
las olas se retuercen dibujando
espumas de mar sostenidas con un sólo pensamiento:
tú, la brisa, el mar…otra vez tú.
…Atrevimiento
.
Inercia desmedida de comienzos y giros
del destino que transportan esperanzas nuevas
hacia espacios donde solo habita el silencio
en tus manos
Tiempo eterno de sabios vientos que riegan el velamen.
La nave despierta, recobra la vida, !nos movemos mi capitán!
El futuro espera, la estela en el mar reclama el pasado,
el pasado, el pasado…
.
Por fin despierto. La arena de la playa calienta
mi sombra, alargada y plana. Adiós silencio.
La mar quedó a mi espalda…
Bágoa de Luar
@A medias
Imagen: Xose de la Paz
El Camino
Imagen: Mj SierraEn las noches de invierno, con el cielo despejado, miraba hacia el Sur en busca de la estrella fugaz que, caprichosa, rasgaba el firmamento iluminando intensamente la bahía.
Subió la colina a oscuras. Llevaba consigo algunas monedas de plata envueltas en un pañuelo que formaba un atillo. A duras penas intuía donde poner lo pies al avanzar. En varias ocasiones las piedras de la ladera le jugaron malas pasadas y estuvo a punto de caer.
A lo lejos vio una luz que se desplazaba por el horizonte. Se acercaba, aunque muy lentamente, su movimiento era casi imperceptible, parecía fija. Pensó en un barco, un carguero quizá, de los que cruzaban las costas todas la noches. De pequeño solía observarlos imaginando los exóticos destinos en los que descargarían sus mercancías y se sentía pirata por un rato surcando mares desconocidos de peligros constantes. Estos pensamientos le provocaron melancolía, una melancolía que se concentraba en su diafragma y le provocó varios suspiros y que moviera en vaivén su cabeza antes de volver a la realidad bruscamente tras dar otro traspié con una roca.
Miró de nuevo hacia lo que creía debería ser la cima de la colina. Aún quedaba un trecho y la ladera parecía inclinarse por momentos. Le pareció curioso sentir a la vez como sus piernas estaban calientes por el esfuerzo, casi agarrotadas, y sus pies fríos.
Sus zapatillas deportivas apenas conseguían calentarlos en aquella noche fría de invierno. Volvió de nuevo su mirada hacia la costa. La luz del barco se había multiplicado por dos en su derrota hacia la costa. Seguramente se dirigía hacia el puerto que estaba tras la colina. En otras circunstancias le hubiera gustado llegar a la cumbre y observar desde allí las maniobras de atraque y descarga.
El tiempo se le agotaba. Intentó mirar la hora por no pudo distinguir las agujas de su reloj. Desistió a la par que aceleró el paso.
No había luna, el cielo estaba salpicado de miles de estrellas, el mar en silencio reflejaba aquella cúpula punteada de pequeñas luces repartidas de manera caprichosa. Se sintió pequeño, fugaz ante aquella inmensidad.
De repente, sin aviso, apareció la Señora. Majestuosa, con su traje verde, vestida de gala.
Nunca tuvo miedo de ella, a pesar de que su abuelo le había prohibido hablar de ella o mencionar su nombre. Aún hoy en día no entendía que pudiese haber relación entre la Señora y los malos augurios. Siempre hubo que ignorarla, mirar para otro lado, agachar la cabeza y hacer como si no hubiera venido a visitarlos. Sin embargo, siempre se quedaba maravillado cuando aparecía con su caminar zigzagueante, su coreografía meticulosamente ensayada, su manera de aparecer y desaparecer por sorpresa.